De esas cosas ....

Siempre que veo una pareja de enamorados me acuerdo de ti, sobre todo cuando los veo besándose, Supongo que antes me preguntaba a que sabían sus besos, porque tanta ansia en sus labios, tanta hambre de sus lenguas, porque dejaban un mínimo espacio entre ellos, qué los motivaba a lamerse unos a otros, y cómo era posible que no contuvieran sus manos, me preguntaba cómo era posible que se dejaran llevar, cómo cerraban sus ojos y dejaban salir lo que emerge de la pasión, cómo no les daba pena que los vieran, cómo se suponía que llegaban a su casa, cómo se sentían después de haberse comido unos a otros, se extrañarían? sentirían un vacío? O tal vez se sentirían felices de haberse tragado, se mirarían al espejo tratando de encontrarse, de regresar de donde fueron, de centrarse en si mismos después de aquel bacanal de pasión recóndita y pausada, quizás cenarían con su familia, tal vez solos, pero con una dicha en el pecho que no les cupiera, me preguntaba a que sabían sus besos, como reconocerían la pasión del amor, como saber que amas cuando algo dentro de tu pecho baja a tu sexo y este tiembla por sabe que llego la hora, como soportan el estremecimiento de sentir el contacto de la piel del otro y no querer desaparecerlo, tragarlo y luego vomitarlo y dejar que se vaya, porque seguramente mañana habrá otro día y habrá mas besos. Algo que no pasa en mi vida, porque tú, mi vida, me das esos besos pero con pausas largas, para nosotros no hay mañana, es sólo de oportunidad, es que me des chance de entrar en tu mundo y yo de quererlo. Ahora ya lo entiendo, ya sé a que saben sus besos, lo reconozco y los miro y me digo, “que hermoso es el amor, verdad de Dios”, y es ahí cuando màs te extraño.